¿Estás haciendo Quiet Quitting con Dios? 5 Señales de que estás ‘Retirado en Silencio’ de tu Fe
«Últimamente, se habla mucho del ‘Quiet Quitting’ o ‘retiro silencioso’: hacer solo lo mínimo indispensable en el trabajo, sin dar un extra. Es la respuesta al agotamiento. Pero seamos sinceros, ¿no estamos aplicando esa misma lógica a nuestra vida espiritual?
Nos contentamos con ‘cumplir’: Misa de domingo (a veces), una oración rápida antes de dormir, y listo. Hemos pasado de ser apasionados discípulos a ser empleados espirituales que solo fichan. ¿Es eso lo que Jesús espera de ti? Él no se ‘retiró en silencio’ de la Cruz por nosotros…»
Reflexiona y Desarrolla estos 5 puntos (las «Señales»):
- La Oración del Checklist: Solo rezas el Padrenuestro y el Avemaría en piloto automático, sin parar a escuchar a Dios. El Desafío: Pasa 10 minutos al día en silencio ante el Sagrario o leyendo el Evangelio con calma.
- El ‘No tengo tiempo’ para servir: La caridad y el servicio a la parroquia se convierten en algo «opcional» o «para los que tienen mucho tiempo libre». La Aplicación: Busca una pequeña acción de servicio concreta esta semana (llamar a un anciano, ayudar en la limpieza).
- La Fe del ‘Día Libre’: Tu fe no influye en tus decisiones importantes: cómo manejas tus finanzas, cómo hablas de tu jefe o cómo usas las redes sociales. El Desafío: Identifica una «zona gris» de tu vida (música, películas, amistades) y pregúntate: «¿Me acerca esto a la santidad?»
- La Lectura Espiritual «Postergada»: Llevas 6 meses queriendo leer el mismo libro de un santo o un pasaje bíblico, pero le das prioridad al scroll infinito o a la última serie de Netflix. El Desafío: Cambia el hábito: 5 minutos de Biblia antes de 5 minutos de redes. ¡Sé radical!
- El Miedo a ‘Dar el Canto’: Te da vergüenza o evitas hablar de tu fe con amigos o compañeros por miedo al rechazo. Mantienes a Jesús «en privado». La Aplicación: Piensa en un mini-testimonio sencillo. ¿Qué te cambió la vida en la fe? Compártelo con una persona.
«No estamos llamados a la mediocridad, sino a la Santidad. El Evangelio no es un contrato laboral con horario fijo, ¡es una historia de amor! Y en el amor, no se hacen cálculos, ¡se da todo!
Dejemos el ‘retiro silencioso’ y volvamos a la pasión de los primeros cristianos.
Si el servicio a Cristo fuera un trabajo con ascenso, ¿estarías hoy en la directiva o te habrían despedido por bajo rendimiento?
¡Anímate! ¡Hoy es el día para empezar a ‘Dar el Extra’ por Aquel que lo dio todo por ti!«
